Con la llegada del buen tiempo, la deshidratación y los golpes de calor en los bebés es algo posible. Por ello os vamos a dar algunos trucos para prevenirlos.
Consejos y trucos para prevenir la deshidratación en bebés
Índice del artículo
- Si una madre alimenta a su bebé con el pecho, será necesario que siempre que el bebé demande le alimente, puesto que la lactancia materna aporta agua, las sales y los nutrientes necesarios para evitar la deshidratación.
- Si se alimenta al bebé con biberón, aumentar la cantidad de agua que se añade al biberón para que pueda estar más hidratado. El agua mineral resulta muy apta para la alimentación infantil ya que, al contener poco sodio, ayuda a hidratarse en estados de tensión y de temperaturas elevadas. Por lo que es ideal para los más pequeños de la casa.
- Tener cuidado en la preparación de los biberones de leche adaptada, dado que una concentración excesiva limita la aportación de líquidos y sales minerales que debería tomar el bebé.
- Prestar atención a tu bebé y observar que no indica ningún síntoma de deshidratación: ausencia de lágrimas; sequedad en piel, boca y lengua; disminución en la secreción de orina o deposiciones menos blandas.
- Los bebés presentan algunos problemas gastrointestinales, debido a su inmadurez inmunológica. Por lo que esta es otra forma para que el bebé pierda líquido, de manera que en cuánto percibas síntomas se debe empezar a rehidratarle y si fuera necesario con suero oral.
- Es importante mantener hidratada la piel del bebé para evitar una mayor pérdida de agua.
- Evitar la exposición prolongada al sol y sobre todo en las horas centrales del día.
- Procurar no experimentar cambios bruscos de temperatura ni ofrecerles líquidos fríos.
- En las temporadas de calor, vestir al bebé con ropa ligera y cómoda.
- En todo caso, siempre que tengas dudas de cómo actuar o si tu bebé experimenta una deshidratación contacta con tu pediatra.
Otro de los motivos por lo que los más pequeños de la casa pueden experimentar deshidratación es con vómitos. Ya que aparte de esto, puede que tengan fiebre y suden más, además de diarrea.
En este caso, lo primordial es que acudas al médico puesto que, si los vómitos son prolongados, el niño puede perder sodio, potasio y cloruros. Y estos minerales son cruciales en la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción de los músculos y en la regulación del balance de fluidos del cuerpo.
En este caso, lo ideal es ofrecer pequeños sorbos de agua o dar a su hijo pequeños pedazos de hielo para chupar. Por ende, su pediatra podrá recomendarle una solución de rehidratación comercial para ayudar a reemplazar la pérdida de sodio y potasio. Estos vienen en formatos especiales para los niños se lo tomen y les parezca agradable.
Pero repetimos, si su hijo está demasiado enfermo o muestra signos de deshidratación comuníquese con su pediatra inmediatamente o atienda a un hospital.
Síntomas deshidratación en niños y bebés
En los consejos para prevenir la deshidratación ya le hemos mostrado algunos ejemplos. Pero esos nos son los únicos. A continuación, le mostraremos más síntomas leves y graves consolidados por pediatras de HealthyChildren.com.
Síntomas de leves a moderados de la deshidratación
- Juega menos de lo normal.
- Orina con menos frecuencia.
- Boca reseca.
- Menor cantidad de lágrimas al llorar.
- Fontanela hundida en un bebé o niño pequeño.
- Si las heces son blandas la deshidratación es causada por la diarrea; y si esta se debe a la pérdida de líquidos (vómito, no consume líquidos) tendrá menos eliminación fecal.
Deshidratación grave
- Los dichos anteriormente.
- Estará más irritable.
- Somnolencia.
- Ojos hundidos.
- Manos y pies fríos y pálidos.
- Piel arrugada.
- Orina solo una o dos veces al día.
Si quieres saber más sobre la hidratación para bebés, aquí podrás encontrar nuestra guía gratuita 11 preguntas y respuestas sobre el consumo de agua mineral para bebés. ¡No te la pierdas!
