Sin agua el ser humano no podría vivir pero por lo general sabemos poco de ella, aún cuando las personas la beben constantemente. Desconocemos cosas tan básicas como sus propiedades e incluso sus beneficios. Tampoco solemos saber por qué el agua no tiene sabor, y en eso vamos a centrar este artículo.
¿Por qué el agua no tiene sabor?
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Es común pensar que el agua no sabe a nada, pero la verdad es que sí que tiene sabor aunque por lo general no nos percatamos de ello.
Durante miles de años, los científicos han descartado rápidamente la pregunta de “¿a qué sabe el agua?”, señalando que el agua no tenía sabor. Pero a medida que pasaba el tiempo, los investigadores finalmente descubrieron que el agua en realidad puede provocar ciertos receptores gustativos.
Tanto si es natural, como destilada, de manantial o mineral, el agua puede desprender un cierto sabor que puede verse influenciado por muchos factores.
¿Por qué cambia el sabor del agua?
El sabor de su agua puede depender en última instancia del tipo que esté bebiendo. Estos son algunos de los tipos más comunes de agua potable:
- Agua del grifo.
- Agua de manantial.
- Agua de pozo.
- Agua con gas.
- Agua alcalina.
- Agua destilada.
Es por ello que la distinta composición de cada tipo de agua hace que su origen, componentes o tratamiento influyan en su sabor.
Sobre el orígen del agua
Desde que el ser humano comenzó a interesarse de forma consciente sobre los elementos naturales, sintió la necesidad de investigar cuál era el origen del agua. Ya no bastaba con decir que todo provenía de uno o varios dioses, sino que había una razón que podía ser respalda por lo que luego se denominó como ciencia.
La autora Laurette Piani, investigadora francesa, realizó una hipótesis sobre un posible origen del agua en donde plantea que:
“Nuestro descubrimiento muestra que los componentes básicos de la Tierra podrían haber contribuido significativamente al agua de la Tierra. El material que contiene hidrógeno estaba presente en el sistema solar interior en el momento de la formación del planeta rocoso, a pesar de que las temperaturas eran demasiado altas para que el agua se condensara”.
Este descubrimiento es bastante sorprendente ya que a menudo se supone que los componentes básicos de la Tierra están secos. Provienen de las zonas internas del sistema solar donde las temperaturas habrían sido demasiado altas para que el agua se condensara y se uniera con otros sólidos durante la formación del planeta.
Es su presencia en nuestro planeta y todo lo que nos ofrece, lo que la hace tan necesaria como misteriosa ¿no crees?
