Hoy hablamos de la importancia de beber agua en Navidad en lugar de otras bebidas, ya que nos aproximamos a un periodo en el que se amontonan las celebraciones. Las reuniones con la familia, los amigos o los compañeros de trabajo son inevitables en Navidad, y hacerlo en torno a una mesa repleta de ágapes es considerado casi una obligación.
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En estas fechas los alimentos que habitualmente consumimos suelen ser los propios de las estaciones frías, es decir contundentes, condimentados y con la presencia imprescindible de los dulces; además por poco que se consuma, el alcohol es el acompañamiento común en estas celebraciones, por lo que nuestro organismo recibe a lo largo del mes de diciembre una sobrecarga que, salvo que estemos dotados de un enorme sentido del autocontrol, nos producirá digestiones pesadas a causa de los excesos.
Para sobrellevar estos días, un consumo regular de agua mineral es fundamental para encontrarnos lo más ligeros posible.
¿Cómo puede ayudarme el consumo de agua mineral?
En primer lugar, el consumo diario recomendado de beber dos litros de agua mineral es especialmente necesario en estas fechas puesto que la hidratación constante y de forma dosificada a lo largo del día ayuda a que nuestro organismo funcione de forma óptima, y es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestros órganos vitales.
Beber agua al despertar nos ayuda a depurarnos, por lo que en Navidad debería ser una obligación beber un gran vaso de agua antes de ingerir cualquier alimento.
Aunque brindar es uno de los momentos más especiales de la Navidad, no olvides servir una buena copa de agua mineral en tu mesa para mitigar los efectos nocivos del alcohol, porque alternar su consumo con el del agua mineral te ayudará a tolerarlo mejor y a recuperarte sin, por casualidad, te excedes con alguna copa de más.
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