Andalucía es conocida por su buen clima que atrae a visitantes de todo el mundo. Pero en nuestra tierra contamos con un relieve que provoca un contraste de temperaturas en algunas comarcas. La altitud de nuestras cordilleras es un factor clave que hace que la nieve haga acto de presencia en nuestras montañas. Es por ello que el deshielo en Andalucía es un factor que forma parte de nuestro ecosistema, especialmente en la provincia de Granada.
Sierra Nevada y los pantanos granadinos
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En periodos de sequía, la disminución de los embalses es una preocupación en nuestra tierra debido a que la escasez de lluvias ha provocado la reducción a más de la mitad de su capacidad, a algunos de ellos en estos últimos años.
Si esta situación se extiende en el tiempo puede acabar provocando, no solo la falta de disponibilidad de agua, sino un cambio en el paisaje en aquellas zonas marcadas por los efectos del deshielo en Andalucía.
Casi la mitad de la población de Granada y su área metropolitana se abastece de agua potable de los embalses Canales y Quéntar. Este sistema provee de agua a casi 30.000 habitantes, de ahí su gran importancia en la provincia.
El pantano de Canales está mejor situado que otros embalses y el motivo es, justamente, su cercanía a Sierra Nevada. Y es que, cuando las lluvias no son suficientes, existen registros significativos de que cuando la nieve se derrite surte de agua tanto en la superficie como en el subsuelo del área del pantano.
Los humedales de Granada
Un humedal es una concentración de agua dulce en forma de pequeñas lagunas que aportan mucha riqueza al paisaje, la flora y la fauna. Granada cuenta con varios de ellos.
Los humedales acogen la presencia de microorganismos, anfibios y son el refugio de muchas aves que buscan alimento y agua para sobrevivir o hacer una parada en sus trayectos. Esto proporciona de gran riqueza natural a la zona.
Los humedales de Granada más significativos son:
- Las lagunas de Sierra Nevada: son del tipo glaciar de alta montaña y son consideradas Monumento Natural.
- La charca Suárez: situado en la costa de Granada , se surte de las aguas subterráneas y del río Guaadlfeo.
- El charco del negro: situado en la sierra de Loja, es de tipo kárstico.
- Laguna de Padul, situada en el Valle de Lecrín.
- Pantaneta del barranco de la Cueva de Funes: se encuentra en el parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
- La laguna seca: situada en el Parque Natural de la Sierra de Castril.
La sequía es una de las grandes preocupaciones recurrentes de los andaluces. Para tranquilidad de los habitantes próximos a la sierra granadina, existen espacios que se nutren de las aguas del deshielo gracias a las montañas más elevados que -cada año- reciben la nieve con alegría.
Cambio climático en Andalucía
Las noticias hablan mucho sobre el deshielo polar, que se está acelerando. Hay evidencia de que las temperaturas de los océanos han aumentado, y esto podría ser el primer desencadenante del adelgazamiento de los casquetes polares.
La temperatura de la superficie de la Tierra también está cambiando.
Lo que tiene un impacto en el calentamiento global. Se considera que el 2014 fue el año más caluroso registrado desde 1880.
Las peores expectativas de dicho fenómeno, si se cumple, afectaría a poblaciones limítrofes con el mar alrededor del mundo que verían afectadas la situación actual de sus costas. Por ello es necesario prestarle atención y tomar acciones para evitar que esto suceda.
Y es que el deshielo, cuando se produce de forma acelerada, causa crecidas en los ríos. Esta situación podría afectar a nuestra comunidad, especialmente en los márgenes y desembocaduras de los ríos principales que recorren Andalucía.
Es por ello, que debemos hacer lo posible por disminuir de nuestras vidas todo aquello que pueda acelerar el cambio climático.
Pequeños actos como reducir el consumo de plástico, o caminar más o desplazarnos en bicicleta son más que necesarios para cuidar lo que más necesitamos: un ecosistema amable fruto de una climatología estable.
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