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Mamá haciéndole un correcto lavado nasal a su bebé

Cómo hacer un correcto lavado nasal a tu bebé

¿Eres mamá primeriza y no sabes cómo hacer un lavado nasal a tu bebé? Tranquila, la técnica no es difícil. Lo más importante es que tu bebé esté tranquilo y cómodo para que este momento se le pase lo más rápido posible.

Paso a paso para realizar un correcto lavado nasal

  1. Elige el momento en el que tu bebé esté más tranquilo y calmado. Es aconsejable realizar el lavado antes de la lactancia o de las comidas, ya que le será más fácil comer si respira bien o antes de dormir para que pueda dormir mejor.
  2. Prepara el material que vas a necesitar. Para el lavado necesitarás suero fisiológico (te recomendamos que sea en monodosis) o agua de mar y para el aspirado un dispositivo tipo pera o manguera o un aspirador nasal eléctrico. Además, es aconsejable que también saques una toalla para ir limpiando al bebé y para contralar que se mueva menos.
  3. Lávate las manos antes y después de realizarle el lavado nasal a tu bebé.
  4. Pon a tu bebé en posición lateral y coloca una toalla bajo su cabeza y cuello. La toalla te permitirá mantener más sujeto al bebé durante el proceso y evitar que se haga daño, además también te servirá para ir limpiando el suero que moje al bebé y que puede hacer que se ponga más intranquilo.
  5. Con pequeño de lado, introducimos el suero (se aconseja monodosis de 10 ml) o el agua de mar por la fosa nasal que queda en la parte superior. Introduce la boquilla por el orificio nasal y aprieta el pulsador suavemente. Se esta forma el líquido entrará por una fosa y saldrá por la otra, evitando que pase al oído o a la faringe. También se puede presionar con el dedo el lado de la nariz donde hemos introducido el suero y esperar a que el líquido salga por el otro orificio.
  6. Después aspiramos con el dispositivo que dispongamos y limpiamos la mucosidad con una gasa o un pañuelo.
  7. Repetimos el procedimiento en la otra fosa nasal con el bebé tumbado hacia el otro lado.
  8. ¡FIN! Limpia y calma a tu bebé.

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Respira mejor y evita tener problemas

Cuando los bebés están enfermos o tienen mucosidad, les cuesta más respirar por lo que el lavado nasal les ayudará a respirar mejor y a así evitar problemas de infección de oídos, entre otros.

Como hemos comentado anteriormente, este proceso no es algo deseado por los bebés pero es necesario.  Esto no quiere decir que se tengan que hacer lavados nasales constantemente, se tienen que hacer cuando el bebé los necesite. Los bebés no saben sonarse los mocos, por lo que esta es tu forma de ayudarle a expulsarlos. Por ello, no hay un número exacto de veces diarias.

Asimismo, se debe de tener en cuenta que si tienes varios pequeños, cada uno tiene que contar con su propio aparato de aspirado para evitar contagios e infecciones. Así como limpiarlos muy bien antes y después de cada uso.

 

Esperamos que nuestro post te haya sido de ayuda. ¡Puedes dejarnos tu opinión en la sección de comentarios o compartir en redes sociales!

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