Conocer los consejos básicos para evitar golpes de calor nos puede ahorrar, no solo un buen susto, sino un problema de salud.
Las fechas veraniegas se han implantado ya en el calendario y las temperaturas han pasado de ser suaves y apacibles a causar auténtico bochorno.
Desde El Botijo de Andalucía queremos darte algunos consejos para evitar un golpe de calor, un riesgo inherente al caluroso verano andaluz.
Las temperaturas pueden llegar a ser extremas en muchas de las localidades del sur. Es por eso por lo que te recomendamos tengas en cuentas estos consejos.
Altas temperaturas y golpes de calor
Índice del artículo
El clima seco que tenemos en ciudades de interior como Antequera o Jerez de la Frontera, han inspirado este artículo.
El calor es notable en todas las provincias andaluzas: Almería, Granada, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla alcanzan altas temperaturas durante el día y estar a pleno sol puede suponer un riesgo para nuestra salud si nos exponemos directamente sin precauciones.
Incluso en zonas de clima más amable como la Costa del Sol, la Costa Tropical o Cabo de Gata tampoco estamos exentos de este peligro ya que, aunque las noches son más frescas, durante el día el calor y la humedad puede llegar a ser asfixiante.
En primer lugar y como hacemos durante todo el año debemos beber agua con regularidad, antes de que tengamos sensación de sed. Sin embargo -en pleno verano- además debe estar acompañado de otras precauciones como no exponerse al sol en las horas centrales del día, y si no nos queda más remedio, hacerlo con la cabeza cubierta con una gorra o sombrero.
Síntomas de un golpe de calor
Los síntomas de un golpe de calor pueden ser:
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Cansancio
- Dificultad para respirar
- Vómitos
Pero la sensación de cansancio, calambres, convulsiones o confusión pueden ser también señales previas a las que debemos dar importancia. En caso de sentir alguno de estos síntomas debemos refrescarnos inmediatamente, cobijarnos a la sombra, aligerar la ropa, cubrirnos la cabeza, y por supuesto beber agua.
Hay que prestar especial atención a los grupos de riesgo que son los niños, los ancianos y los enfermos, ya que su capacidad de atención puede ser inferior a los de una persona en edad adulta en plenas facultades y uso de razón.
Si sudamos, debemos reponer líquidos. Si vamos a tomar el sol para broncearnos, debemos también prevenir la deshidratación bebiendo suficiente agua para que la piel no pierda elasticidad. Y no realizar ejercicio físico en las horas del día en las que el sol es más dañino, esto más que un consejo es un acto de lógica.
Cómo actuar ante un golpe de calor
Si presenciamos que alguien se ve afectado por un golpe de calor, debemos intentar bajar la temperatura corporal de esta persona de la forma más rápida posible, actuando de igual forma que cuando un enfermo padece fiebre alta, a ser posible refrescándolo con un paño mojado en agua fría, y haciéndole beber agua no excesivamente fría para evitar contrastes bruscos de temperatura.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad y pasemos todos un verano lo más agradable posible y sin sobresaltos.
Por supuesto, la forma más fácil de recordar beber agua fresca con frecuencia es tenerla cerca.
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