¿Por qué cuando cocinamos nos fijamos siempre en la calidad de los alimentos pero no tanto en la calidad del agua con la que elaboramos las comidas? La elección entre elegir agua del grifo a agua mineral natural puede suponer el gran cambio en cualquiera de las creaciones.
El agua del grifo cuenta con composiciones muy diversas dependiendo de su lugar de abastecimiento. El problema es que, en muchas ocasiones, puede interferir en los sabores de las comidas y cambiar alguna de sus cualidades.
Ahora bien, dependiendo de la zona de España en la que nos encontremos, tendremos una composición en el agua diferente y podrá ser más o menos agradable para nuestro paladar. Por ejemplo, las zonas costeras o las islas suelen tener una mayor dureza por su alto contenido en carbonato cálcico y perjudica bastante el sabor de las comidas.
Debemos tener en cuenta que en muchas recetas, el agua es uno de los componentes principales por lo que, a pesar de que cumple con todos los requisitos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para su consumo, es probable que determinadas aguas tengan una importancia influencia sobre el sabor de los alimentos. Un ejemplo muy claro lo podemos ver si hacemos la prueba a cocer unas verduras con agua procedente de las Islas Canarias y con un agua mineral natural. Éstas absorben el líquido y con él gran parte de su composición. El resultado final, sin duda, será muy distinto en ambos casos.
Es por este motivo que cada vez son más los hogares que deciden utilizar agua mineral natural no sólo para su uso diario en cuanto a necesidades fisiológicas se refiere, sino también para cocinar. Este tipo de agua es procedente de manantiales naturales, por lo que además de ser muy segura a nivel sanitario, nos aseguramos disfrutar de un agua con una composición equilibrada y constante que conserva prácticamente intactas todas las propiedades.
Y tú, ¿cocinas con agua mineral? ¡Déjanos un comentario!