Hay personas que usen el producto de limpieza de cutis que utilicen, su piel luce espléndida. Otras, sin embargo, acuden al agua caliente para la higiene facial, por no tolerar la composición de cremas y lociones.
Si eres una de ellas, no te preocupes, es muy habitual. Y hoy vamos a hablar cómo hacer una buena limpieza con tan solo agua y algunos productos naturales.
Cómo limpiar la cara cuando la piel es sensible
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Una piel sensible es aquella que se enrojece, se seca o reacciona a agentes externos como los cambios de temperatura, al contacto con ciertos tipos de tejidos o a la aplicación de algún tipo de productos.
En estos casos, lo ideal es acudir a composiciones naturales y, aún así, es recomendable probar su aplicación en zonas pequeñas, como el anverso de la muñeca -o tras la oreja- y esperar 24 horas para comprobar que nuestra piel tolera bien ese producto.
Si te identificas con este tipo de piel, que se irrita, en principio no tendrás ningún problema para tener una higiene facial adecuada con tan solo usar agua templada y jabón neutro.
Lo recomendable es lavarla y secarla con una toalla suave, dando pequeños golpes en tu cutis sin frotar para evitar fricciones.
Existen soluciones naturales, como los aceites de almendra, el de rosa mosqueta, o cremas con un alto porcentaje de aloe vera en su composición, que pueden ayudar a calmar la irritación de las pieles más sensibles.
Pero, ¿qué ocurre cuando este tipo de piel genera más sebo del deseado?
Nos guste o no, hasta las pieles sensibles sufren las consecuencias de cambios hormonales que pueden producir granos y espinillas que no sabemos cómo tratar si no queremos usar productos específicos para el acné, que pueden ser agresivos para las personas con piel sensible.
¿Qué necesitas para limpiar tu cutis con acné si tienes la piel sensible?
Para limpiar la cara con el problema del acné y se tiene piel sensible, lo mejor es hacer uso de una gasa o paño suave y también calentar agua hasta unos 30º-33º, de forma que no esté ni muy caliente ni muy fría.
Los productos que pueden ayudar a desinfectar el grano y complementar el efecto del agua caliente (incluso del vapor de agua) que ayudan a dilatar los poros son:
- Zumo de limón
- Bicarbonato
- Aceite de árbol de té
- Jabón antibacteriano
Puedes ir probando con unos y otros hasta decidir el que resulte más eficaz para tu piel.
La higiene facial es una prioridad cuando se tiene acné. Usar productos cosméticos que prometen milagros, puede ser tentador pero no lo más indicado para nuestra piel.
El agua caliente para la higiene facial es el primer paso para iniciar tu rutina de limpieza de cutis. Decidir qué producto nos va mejor, o alternarlos, es nuestra decisión para aplicar el valor añadido de un producto natural que controle las bacterias y el sebo que dan lugar a la formación de espinillas.
Cuéntanos si has probado esta sencilla rutina y cuán eficaz es en tu higiene facial.
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Lda. en Geografía e Historia.
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